Principios del amor conyugal en Cantares

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Cantar de los Cantares es un libro de la literatura de sabiduría en la Biblia. La repetición, Cantar de los Cantares, es una manera hebrea de decir “La mejor canción” o “La canción mas bella”. Hay razones para creer que Salomón fue el autor del libro y también para pensar que no lo fue. Independientemente de quién fue el autor, el propósito de esta colección de poemas es exaltar el amor y la sexualidad entre un hombre y una mujer en el matrimonio. Este libro ayuda a tener una visión alta, buena y pura de la sexualidad. Usada a la manera de Dios, es un disfrute y una bendición. Usada a nuestra manera, trae dolor y maldición.

Como dice Paul N. Benware:

“Incluso si el Cantar de los Cantares es meramente una colección de cánticos describiendo el gozo de los amantes en el matrimonio, no es por ello indigno de un puesto en la Biblia. A no ser que el matrimonio sea considerado como una caída del estado de inocencia… Toda la gama de los legítimos gozos humanos encuentra en la Biblia una descripción llena de simpatía y aprecio[1].”

Del libro de Cantares se pueden extraer numerosas reflexiones y consejos para el amor conyugal. Uno de los más notables es la alabanza a la pareja. Esto incluye el uso de apodos cariñosos, bromas, cumplidos y muestras de amor verbales. A veces el hombre la llama “amiga”, otras veces la llama “hermana” y otras “novia” o “esposa”. Todas son distintas muestras de cariño y facetas de la relación. Según Karen Sawrey, del tema “alabarse el uno al otro” el hombre ocupa el 80% y la mujer el 20%. Lo que nos dice que en el libro, el hombre alaba tres veces más a su mujer de lo que la mujer lo alaba a él. Aquí podría incluirse el hacerse preguntas el uno al otro. En el libro, la mujer ocupa el 67% de las preguntas y el hombre el 33%. Las preguntas demuestran interés en el otro y el deseo de conocerlo mejor.[2]

Los regalos podrían parecer algo materialista pero son importantes y tienen su lugar en el buen mundo de Dios. En el libro se hace cinco menciones a las joyas o tesoros y varias otras menciones a los perfumes. Éstas tienen el propósito de adornar y embellecer a la mujer. Son muestras de apreciación que indican que valoramos más a la persona que al objeto y que el trabajo no es un fin en sí mismo sino un medio para cultivar las relaciones y satisfacer las necesidades de otros. ¿Cuándo fue la última vez que regaló algo significativo a su cónyuge?

El contacto físico y el cuidado de la apariencia también son importantes. En el libro se hace referencia a los besos, las caricias, los abrazos, y la intimidad sexual. Esto no significa que las parejas deban tener un aspecto “de modelo” impecable en todo momento. Como dice el Dr. Gary Williams:

“No es que en realidad la pareja [de Cantares] fuese tan guapa. De otra manera, muchas partes de Cantares tendrían escasa aplicación para nosotros. Más bien, la belleza que los novios se atribuyen uno a otro es aquella que todo enamorado, y sólo él, percibe. Para todo pretendiente, su Dulcinea es un lirio entre los espinos, y toda flechada ve a su galán como manzano entre los árboles silvestres.”[3]

El amor erótico y la intimidad sexual no pueden dejar de mencionarse. Todo el libro de Cantares tiene este tinte. Lo que es sorprendente es que, en el libro, la mujer domina el tema con un 72% de referencias a la intimidad sexual y el hombre un 28%. La seducción de la mujer juega un papel importante en el libro. ¿Qué tan seductoras están siendo las esposas en sus matrimonios?

En el capítulo tres, se menciona cuatro veces el “hallar” de la mujer. La protagonista busca a su amado con intensidad. Por supuesto que el hombre también enamora a su mujer. En el capítulo cuatro, el hombre alaba siete partes distintas del cuerpo de su amada. En el capítulo cinco, la mujer alaba 8 partes distintas del cuerpo del hombre y su apariencia en general. ¿Cuándo fue la última vez que elogió el físico de su cónyuge?

Hablar de sexualidad puede ser incómodo incluso entre las parejas. Pero Cantares nos enseña lenguaje y vocabulario para hablar del tema. Como dice el Dr. Gary Williams:

“Algunas parejas no hablan de temas sexuales porque les da vergüenza, o porque consideran que es pecado hacerlo. Otros tratan el sexo con un lenguaje clínico, o hasta soez. Cantares nos presenta otra opción: hablar del tema, pero con delicadeza poética.”

El lenguaje poético es apto para hablar de algo tan bello y complejo como la sexualidad. ¿Habla con delicadeza del tema sexual en su matrimonio?

Hay otros temas que se tratan en el libro de Cantares. Como la pureza, la lealtad, la protección, las emociones, entre otros. Cosas que hacen del amor en pareja algo hermoso y disfrutable. Lo hacen un buen regalo de Dios libre de culpa y vergüenza. Lo hacen algo a lo cual aspirar de manera noble y paciente.

El libro de Cantares termina con el hombre y la mujer buscándose otra vez. Él desea escuchar la voz de ella y ella le pide a él que huya con ella. Parece que no tiene conclusión. Es un final abierto. ¿Por qué habrá escogido el autor un final así? ¿No hubiera sido mejor un “y vivieron felices para siempre”? Lo que se puede decir es que el final del libro es realista. El verdadero amor no tiene final. Siempre habrá cosas que descubrir y conocer de la pareja.

[1] Benware, P. (1994). Panorama del Antiguo Testamento. Editorial Portavoz.

[2] Sawrey, K. (2018). The Infographic Bible. William Collins.

[3] Williams, G. (1999). La vida, la muerte y el amor: Eclesiastés y Cantares (pp. 71–125).

José Fernando De León Barrientos

Ingeniero en Informática con Especialización en Software y Licenciado en Comunicación y Producción Audiovisual. Actualmente estudiante de Maestría en Estudios Bíblicos en SETECA.

Soy miembro de Iglesia Reforma. Me gusta la lectura, enseñanza de la Biblia, tocar el piano y videojuegos.

Twitter @josefdeleon e Instagram @joseferdeleon

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