Manifiesto ADEPRIC

A. Creemos que Dios es el Soberano y Creador del universo y que todo lo creado existe para darle gloria.

(Génesis 1:1, 1 Corintios 8:6, Colosenses 1:16-17, Apocalipsis 4:11)


B. Creemos que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza y los creó intencionalmente hombre y mujer, con el propósito de reflejar su imagen. 

(Génesis 1:26-27, 2:7, 18, 21, 24)


C. Creemos que el hombre y la mujer son iguales en dignidad con un diseño perfecto que refleja, con cada característica particular, aspectos del carácter de Dios; lo que los hace distintos, complementarios y no intercambiables.

(Gálatas 3:26-28, Efesios 5:22-32)

D. Creemos que Dios es santo y que el pecado ha separado a todo ser humano de Dios. Esto nos ha hecho incapaces de reflejar su imagen como fuimos creados para hacerlo.

(Génesis 3:1-7, 3:15-17, Romanos 1:18-32)

E. Reconocemos que vivimos en un mundo caído que no admite la autoridad de Dios para gobernar, ni acepta la verdad del evangelio y está sufriendo las consecuencias del abandono del diseño de Dios para su creación. 

(Génesis 3:17-19, Jeremías 17:9, 1 Corintios 1:18, 1 Corintios 15:1-4)


F. Creemos que nuestra esperanza de redención y salvación se encuentra en recibir por gracia, por medio de la fe, el mensaje del evangelio que consiste en arrepentirnos de nuestros pecados y reconocer a Cristo -quien vivió una vida santa, murió por nosotros y fue resucitado entre los muertos- como Señor y Salvador.

(Efesios 2:1-8)

Por lo anterior manifestamos que:

1. Glorificamos a Dios al obedecer, promover y defender la verdad - en amor - de los principios cristianos sobre la vida, la familia y la libertad religiosa.

(Mateo 5:10-16, 1 Pedro 3:13-17, Romanos 11:33-36)

2. La Biblia es la autoridad máxima que dicta las normas de conducta y las normas de vida para el cristiano. Es la Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo en la que se revela la historia de redención y el evangelio; así como los principios cristianos sobre la vida y dignidad humana, la familia y el matrimonio, y la libertad de religión.

(Josué 1:8, 2 Timoteo 3:16-17, 2 Pedro 1:20-21, Juan 17:17)

3. El Evangelio es nuestro mensaje principal y transversal. Estamos llamados a predicarlo y a vivirlo, no necesita un poder coercitivo para ser proclamado. Creemos que la Salvación es del Señor y pertenece exclusivamente al ámbito espiritual y no terrenal.

(Romanos 1:16-17, 2 Timoteo 1:9-10)

4. La vida humana es preciosa y debe ser protegida desde la concepción hasta la muerte. Cada ser humano es único e irrepetible, posee una dignidad intrínseca e inalienable que emana directamente de Dios ya que Él es quien la crea y sostiene de principio a fin.

(Génesis 1:26-27, Salmo 139:13-16, Hebreos 1:3a)

5. Tanto los hombres como las mujeres fueron creados a imagen y semejanza de Dios y son iguales en valor y dignidad, pero distintos en roles y funciones en la familia. La feminidad y la masculinidad bíblica son esenciales para cumplir el propósito por el cual fueron creados, alcanzando así su plenitud.

(Génesis 1:26-27, 2:18,21-24, Gálatas 3:26-28, Efesios 5:22-32, Marcos 10:6-9)

6. El matrimonio fue creado e instituido por Dios y es un pacto sagrado, entre un hombre y una mujer, vinculante y para toda la vida. Esta unión revela la perfecta complementariedad entre los sexos, reflejando la belleza de la relación de Cristo con su Iglesia. 

(Génesis 2:21-24, Efesios 5:22-32, Proverbios 31:10-31, Proverbios 18:22, Mateo 19:3-12, Hebreos 13:4, Colosenses 3:18-19)


7. La familia fue creada por Dios desde el principio con el propósito de ser fructíferos, multiplicarse y sojuzgar toda la creación. Luego de la caída, la familia tuvo un rol fundamental dentro del plan de redención ya que fue el refugio que Dios escogió para enviar a su Hijo. Además, es en la familia donde se conservan y transmiten los principios cristianos modelando el diseño de Dios que manda a los padres a criar a los hijos en la disciplina e instrucción bíblica y manda a los hijos a honrar y obedecer, en el Señor, a sus padres.

(Génesis 1:28, 2:21-24, Éxodo 20:12, 1 Timoteo 5: 4 y 8, Colosenses 3:18-21, Efesios 6:1-4)

8. La libertad religiosa es un derecho natural/divino que no depende del reconocimiento de una institución terrenal pues es un principio implícito en la Biblia que afirma que Dios le ha provisto al ser humano de libertad para tener -o no tener- una creencia religiosa y vivir de acuerdo a esta. Como cristianos, predicamos el evangelio a través del ejercicio de la exposición, diálogo, conversación, proclamando siempre la verdad en amor. Además, en ejercicio de esta libertad que tenemos, debemos siempre obedecer a Dios antes que a los hombres.

(Mateo 12:28-31, Mateo 22:15-22, Mateo 13:24-30, Marcos 4:1-9, Lucas 9:51-56, Juan 19:10-11, Hechos 5:24-29, 17, Romanos 13:1-7)